En el área de Seguridad Salud en el Trabajo, de Empresas Públicas de Armenia E.S.P, Nelson Ernesto Mejía, no solo se desempeña como un profesional comprometido, sino también como un padre cuya vida gira en torno a un amor incondicional: sus hijos.
Para él, ser padre lo significa todo, es la razón por la cual se levanta cada mañana, incluso en los días difíciles, cuando la salud, el ánimo o las circunstancias no acompañan. “Trabajar para ellos, levantarme cada día independientemente de las enfermedades o situaciones personales, lo hago por el simple hecho de saber que hay dos personas que necesitan de mi apoyo”, afirma con una mirada que revela orgullo y ternura.
Nelson habla con el corazón cuando dice que sus hijos lo son todo. "Son mi vida, son mi 100 %. Son mi ganas de vivir, mis ganas de levantarme, de trabajar y luchar todos los días”. En sus palabras se reconoce a un hombre entregado a sus hijos, que no encuentra pretextos cuando se trata de dar lo mejor por su familia.
Pero su mayor anhelo no se limita a acompañarlos en el presente. Sueña con verlos convertirse en grandes profesionales, buenos seres humanos, ciudadanos de bien y sobre todo personas que amen a Dios y vivan con la verdad. Porque para Nelson, la paternidad no solo es un vínculo de sangre, es una misión de vida que se honra con amor, ejemplo y esfuerzo diario.
En cada acción, en cada jornada laboral, Nelson lleva ese propósito en el corazón y así, su historia inspira, dentro y fuera del trabajo, como testimonio del inmenso valor que tiene ser padre.
Comunicaciones EPA ESP.
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