Era la 1:19 de la tarde, don Efrén de Jesús Ramírez Herrera, funcionario de EPA -En la época del terremoto y en la actualidad- se disponía a continuar con su labor de barrido como era ya costumbre todos los días en la carrera 16 #19-21 de Armenia, pero ese 25 de enero de 1999, todo fue diferente, en ese momento, él detuvo la escoba mientras sentía que la tierra se movía y junto a este estruendoso movimiento, las paredes y edificaciones comenzaron a caer.
“Yo estaba en la esquina de la Lotería del Quindío, en ese momento, me encontraba barriendo y me detuve al sentir el temblor, tomé calma y solo veía caer las paredes y edificios, entre humo y el susto, esperé para poder ir a ver a mi familia”, afirmó Efrén.
A partir de ese momento, el operario dejó su escoba y se dedicó a buscar a su familia, a sus seres queridos, en su trayecto, recorrió las calles y lo único que veía eran escombros y los muertos en los andenes.
“Me fui a buscar a mi esposa y a mis hijos, en medio del susto, logré estar calmado, y mientras iba caminando solo recuerdo las calles llenas de escombros y en los andenes los finados”, añade Efrén, mientras entre cierra y abre los ojos para poder recordar esa tarde del 25 de enero de 1999.
Afortunadamente, Efrén, encontró a su esposa e hijos bien, que se encontraban en la carrera 18, luego de verificar el estado de su familia, atendió el llamado de la empresa y salió a ayudar a recoger escombros y basura, así lo narra el operario: “Estuve con mi familia y al rato nos tocó volver a salir para seguir laborando y colaborar a recoger escombros y basura.
Al día de hoy, don Efrén lleva 25 años trabajando en EPA, se dedica a la recolección de residuos y al igual que ese 25 de enero que marcó la historia de la ciudad, sigue trabajando para que Armenia se encuentre ordenada, limpia y siga siendo esa ciudad pujante y echada para adelante.
Comunicaciones EPA ESP.